El fallecimiento de Carmen Bousada deja huérfanos a sus dos hijos, de apenas tres años, que nacieron en diciembre de 2006 en Barcelona después de que su madre se sometiera a inseminación artificial en Estados Unidos.
El hermano de Bousada aportó pocos detalles de la muerte, según el diario, pero informó de que a la mujer se le había diagnosticado un tumor meses después de ser madre por primera vez.
El caso de Bousada, que entró en el Libro Guinness como la madre más longeva del mundo, tuvo gran repercusión y desde diversos sectores de la sociedad se cuestionó el futuro que les esperaba a dos niños cuya madre era una anciana.
Bousada confesó que había mentido sobre su edad en Estados Unidos para poder someterse a la inseminación artificial, y que no había razón para que ella no tuviera una vida tan larga como su madre, que falleció a los 101 años.